En el argot judicial hay muchas palabras o expresiones que pueden llevar a cierta confusión, como ocurre por ejemplo con los Jueces y Magistrados. ¿Qué diferencia hay? Nuestro equipo de abogado resuelve esta interesante cuestión.
Tanto un Juez como un Magistrado son miembros de la carrera judicial, es decir, son personas que estudiaron Derecho y que después aprobaron una Oposición Pública, además de superar la formación inicial. Se dedican a juzgar y a hacer aplicar las leyes. Ambos se dedican a la misma función aunque, como veremos, no tienen el mismo escalafón.
Cuando una persona accede a esta profesión, lo hace en el escalafón de Juez. Transcurridos una serie de años de ejercicio profesional, ascienden al escalafón de Magistrado (aunque también es posible acceder por Oposición). Se trataría por tanto de una diferencia por antigüedad, ya que técnicamente no existen diferencias de poder entre ellos. Un Magistrado no tiene más poder que un Juez, sino que únicamente tiene más antigüedad en el ejercicio de la profesión, como puede ocurrir en otras profesiones.
Mención aparte merecen los Jueces de Paz, de los que quizá haya oído hablar. Un Juez de Paz, a diferencia de los anteriores, no pertenece a la carrera judicial, pues ni superó una Oposición ni tampoco se exige siquiera que tenga la formación de Derecho. Los Jueces de Paz son ciudadanos que resuelven pequeños asuntos en lugares donde no hay un Juzgado de Primera Instancia (como ocurre en muchos pueblos de España). Así pues, su capacidad para realizar funciones es limitada.
En la práctica, cuando un ciudadano debe acudir a los Tribunales, es bastante probable que su caso lo resuelva un Juez. En instancias superiores, como pueden ser los Tribunales Superiores de Justicia, lo más común es que nos encontramos con un Magistrado. En el Tribunal Supremo también encontraremos Magistrados, aunque el acceso a esta cúspide judicial es más complicado
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