Una cuestión que suele inquietar a los padres durante una separación o divorcio es cómo van a gestionar el proceso con sus hijos. No es sencillos afrontar un momento como este, pero con nuestra ayuda y consejos, será más sencillo de manejar: es por eso que a continuación ofrecemos una serie de pautas que pueden ser de gran utilidad.
En primer lugar deberemos tener presente que la edad del niño influirá, como es lógico, a la hora de explicarles la situación. Es importante adaptarnos a su grado de madurez, dando explicaciones más o menos completas en función de lo que el niño pueda asimilar. Asimismo, debemos darle espacio para que pueda plantearnos las preguntas que necesite y para que pueda expresarse: no se tratará solo de hablar, sino también de practicar la escucha activa. Por supuesto, será importante dejarle claro al niño que ambos progenitores le seguirán apoyando y cuidarán siempre de él.
De forma paralela, será crucial que el niño siga manteniendo (a menos que existan circunstancias que lo desaconsejen) relación con el resto de miembros de su familia extensa. Recordemos que los abuelos tienen una serie de derechos con sus nietos, y que en muchas sentencias se suele recoger un régimen de visitas a favor de los abuelos, pues el Código Civil así lo permite.
Ya hemos comentado en artículos anteriores la importancia de que el proceso se realice de mutuo acuerdo, siempre que sea posible, pues supone una menor fuente de estrés tanto para los padres como para los hijos. De esta forma, el divorcio será menos complejo de gestionar para el niño si observa que sus padres se llevan bien y colaboran entre ellos. Los procesos de mutuo acuerdo también tienen una duración menor, por lo que permiten ‘cerrar’ el episodio antes y, de esta forma, conseguir que el niño se vaya adaptando a la nueva situación.
En los casos en que se establezca un régimen de custodia compartida, si el niño debe visitar de forma alterna el domicilio de sus padres, es muy conveniente que sus objetos cotidianos se puedan replicar en ambos domicilios, para de esta forma crear estabilidad y seguridad al niño. También es necesario que los progenitores mantengan, tanto como puedan, los mismos patrones y rutinas del niño: alimentación, aseo, hora de hacer los deberes, etc.
Llevando a la práctica estas recomendaciones, el niño podrá encajar mejor este nuevo episodio de su vida y aprenderá también que los conflictos pueden resolverse de manera civilizada. Para finalizar, le recordamos que si tiene alguna duda sobre la separación o el divorcio, puede contar con nuestro despacho de abogados de divorcio de Madrid para que le asistamos. Para ello puede llamarnos por teléfono o utilizar nuestra web, y en cualquiera de los casos le daremos respuesta lo antes posible.