La custodia de los hijos tras un divorcio puede gestionarse de mejor o peor manera y, en algunos casos, desafortunadamente se da este segundo escenario. La alienación parental se produce cuando uno de los progenitores obstaculiza el vínculo con el otro. Esto puede observarse en conductas tales como:
- Impedir al niño que se relacione con su padre o madre;
- Hablarle mal del otro;
- Negarle información que el niño quiera saber;
Realmente estas conductas se pueden considerar un maltrato psicológico hacia el menor, pudiendo llegar a causarle secuelas. En lugar de invertir su tiempo jugando y disfrutando, el niño se ve envuelto en una batalla que le daña seriamente.
Hasta hace un tiempo los Tribunales no solían admitir que el concepto de alineación parental existía como tal, pero la situación está cambiando. Algunos Tribunales empiezan a hacer referencia a estos casos, aunque sea citándolo de manera sutil. Podemos poner como ejemplo la Sentencia de 22 de septiembre de 2017, de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo. Trata de un supuesto en el cual la madre de una menor se oponía a la custodia compartida entre ella y el padre de la niña. Después de varios recursos, finalmente el Supremo desestimó las peticiones de la madre y la custodia siguió siendo compartida entre ambos progenitores, de forma que la menor pudiera relacionarse con ambos.
Queremos hacer hincapié en lo importante que es acudir a un abogado especializado en Derecho de familia, ya que tendrá experiencia previa en este tipo de casos.
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